¡YA ESTÁ CON NOSOTROS!
Ya nos hacía falta. Queríamos ver su santa imagen entre nosotros, llenando nuestro Templo y nuestras vidas.
Necesitamos mirar su rostro, besar sus pies, sentir que nos protege con su amor...
Todo cambia cuando llegas, Santo Cristo del Sahúco. Nos llegas de nuevo, ensangretado y dolorido, esperando que curemos tus heridas. Eso han hecho esta mañana decenas de mujeres en torno a tu imagen: curar tus heridas, vestir tu desnudez, limpiar lo viejo para que resplandezcas.
Nada de lo que vivimos en Peñas de San Pedro se parece a esto. Nada nos llena y nos alegra más. Nada nos une y nos hace perdonar más que tu presencia.
Gracias por estar de nuevo entre nosotros. Esperamos no defraudar tu Pasión y Muerte, y poder celebrarte como hijos, como hermanos tu gloriosa Resurrección.
¡Viva el Cristo del Sahúco! ¡Viva su Santísima Madre!