• José Valtueña Gregorio

NO OLVIDEIS LA ACCIÓN DEL SEÑOR

Así decía la antífona del Salmo responsorial que rezabamos esta mañana en la Eucaristía de despedida a nuestro Cristo del Sahúco.

Como si de un testamento se tratara, parecía que el Cristo nos expresaba este deseo: "Queridos hijos e hijas. No os olvidéis de estos tres meses entre vosotros. No olvidéis lo que os he dicho, lo que me habéis dicho... lo que os he prometido, lo que me habéis prometido..."

Y así debe ser. Contamos los días que quedan para volverlo a tener entre nosotros. Soñamos con ese momento de carrera. No hemos descansado todavía de la despedida y ya queremos correr de nuevo a por Él.

Dentro de dos días se silenciarán los multiples equipos de música, que pujan por hacerse un hueco en nuestros oídos y calles. Se silenciará por el momento la Banda "Cristo del Sahúco". La arena del Coso, peinada de sangres y olés, soñará con el próximo toro. Los balcones del Ayuntamiento desprendidos del aterciopelado atavío , mostaran su belleza noble del día a día.

Silencio en la Plaza y las calles que se preparan para el copo de nieve que seguramente tenga que posarse...

El Templo siempre inmenso, por bonito y por nuestro, cerrará las puertas de la fiesta y el gentío para abrir las de lo cotidiano.

Pero e el corazón ¡Todo empieza de nuevo!. La ilusión  peñera, enamorada con ese Cristo, por ese Cristo, en ese Cristo,se niega a despedir ni a cerrar... siempre fiesta del Cristo en nuestra alma.

¿A dónde iremos Señor? Sólo Tú tienes palabras de vida eterna.

Gracias a todos los que habéis hecho posible esta realidad que impresiona y desborda a los que nunca habían venido. Gracias por hacerme de nuevo sentir el orgullo de haber sido enviado como pastor a esta bendita Tierra.